Cuando nos preguntamos acerca de la probabilidad del desarrollo de protobiontos en otros ambientes distintos a los de la tierra en nuestro mediano sistema solar, hablamos precisamente de los mecanismos que tiene la vida para prosperar y permanecer en el tiempo de manera eficaz.
Y que mejor que comenzar a comprender como la vida se abre paso y desarrolla estrategias en la tierra para prosperar, adaptarse y evolucionar. Esta vez vamos a escribir un poco acerca de los mecanismos de adaptación que tiene la rata canguro para sobrevivir con pocas cantidades de agua en el desierto. Este roedor habita los desiertos del oeste de estados unidos, sus patas traseras son muy grandes en proporción a sus patas delanteras, ha pesar que se desplaza a brincos como si fuera un canguro, es un roedor. La limitación hidrica de su entorno ha obligado a este pequeño animalito, a desarrollar estrategias que le ayuden a limitar al máximo su perdida de agua en el desierto.
Por un lado está el modo de vida de la rata canguro; sólo sale durante la noche de su madriguera, durante las horas de mínima temperatura y de máxima humedad. También es importante su alto grado de aislamiento, ya que su piel es muy impermeable, por lo que apenas pierde agua a través de su piel. Las heces son extraordinariamente secas, de manera que la cantidad de agua que se pierde de ese modo es muy poca. Producen una orina que está 14 veces más concentrada que su propia sangre y ello es posible gracias a la extraordinaria longitud de las asas de Henle de las nefronas que forman sus riñones.
Las ratas canguro duermen con las patas delanteras delante de su nariz y éstas están pobladas de unos pelos que también retienen la humedad. Pero además hay otras adaptaciones: Sus madrigueras se suelen encontrar al pie de algún arbusto de raíces profundas que tenga acceso al agua del sustrato. La segunda es que acumulan las semillas muy cerca de donde orinan y defecan, con lo que éstas tienen más humedad que absorber para germinar. Al parecer esperan a que estas semillas se hinchen para comérselas. Los sencillos procesos de adaptación esconden pistas en torno a la compleja relación medio, especie e individuo.
FUENTES.
http://cybertesis.cibnor.mx:8080/…/cibnor/2012/vazquez_j.pdf
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